Categoría: historia
Visitas: 19513

Mitos y leyendas: Espantos.

La pata sola

La patasola.

Es una figura fantasmagórica que aparece en medio del camino. Se muestra como una pierna humana solitaria, desprovista de un cuerpo, pero con una apariencia sobrenatural. La pierna tiene una forma estilizada y retorcida, se aparece a los niños que salen a la calle en horas de la noche cuando sus padres no se los han permitido.
La llorona

La llorona.

Era una señora viuda a quien se le ahogaron los hijos, se aparece en la orilla de los ríos, sobre los palos señalando el sitio donde se ahogaron sus niños. No se deja ver el rostro, se lo cubre con su cabello.
El duende

El duende.

Era un niño pequeñito, con su sombrero muy grande que casi le cubría la cabeza. Se aparecía jugando entre el ganado, colgado de las colas de las vacas. Asustaba a los niños que desobedecían a sus padres o que eran respondones. Los asustaba mostrando una gran sonrisa que dejaba ver unos dientes muy grandes.
La madremonte

La madremonte.

Se aparece en el monte, es un endriago (asusto) vestido de hojas y hace bramidos para defender los árboles y evitar la tala.
El guando (muerto)

El guando (muerto).

Cuenta la historia que a orillas del río Tuluá se veía unas sombras llevando una parihuela (camilla) donde cargaban a un muerto. Este relato cobraba vida en las temporadas de cosecha de tabaco y su finalidad era ocultar el contrabando de este producto y proteger el cultivo de quienes quisieran robarlo.
El diablo del Picacho

El diablo del Picacho.

Era un demonio que según la leyenda se aparecía los Viernes Santos en la loma del Picacho, su propósito era engañar a los peregrinos que hacían la tradicional procesión hasta la cruz de esta emblemática montaña, quienes lo veían le podían pedir dinero.
La llamarada o bola de fuego

La llamarada o bola de fuego.

Era una gran llamarada que aparecía en los sembrados de maíz y de millo, causando pánico entre los campesinos que acudían al sembradío para recoger sus cosechas.