Primeros habitantes.

Las tierras de que hoy forman la jurisdicción del Municipio de Tuluá estuvieron ocupadas, en época lejana, por diversas tribus que se sucedieron y reemplazaron en el dominio de la vasta extensión territorial llamada por los Historiadores "Llano de Buga".
Las tribus que tuvieron alguna influencia en la vida de la comarca pertenecían ala gran familia Pijao, la cual a través de sus parcialidades se enseñoreó especialmente de la zona central y norte, incluyendo la cordillera central, del territorio hoy denominado Valle de Cauca.
En Tuluá, los Putimaes fueron los amos y señores, aunque los Quiamanoes y los Chancos ocuparon temporalmente parte de nuestro territorio. Los Quiamanoes vivieron a orillas del río El Ahorcado, al pie del cerro El Picacho. Los Chancos, por los lados de El Tablazo, hasta su emigración definitiva. Los Putimaes fueron, pues, los habitantes primitivos más estables y caracterizados de estas tierras.
Tuluá, de aldea a ciudad.

Más adelante el auge de esta población que cuenta con grandes recursos agrícolas entre otros, su ubicación geográfica que la convierte en paso obligado para quienes se desplazan entre el norte y sur del país y otros factores que le favorecen en su etapa de crecimiento, atrae personas de todas las regiones de Colombia y da inicio a una expansión urbana que sobrepasa a la vía férrea y la carretera nacional que para esa época contorneaban el paisaje urbano de la Villa de Céspedes
En la década de 1.920 a 1.930, sufre Tuluá la gran transformación. Es en ese período cuando se deciden los grandes cambios y la estructuración de unos fundamentos sobre los cuales se desarrolla la ciudad del futuro. Con la llegada del ferrocarril y la construcción de la Estación en el sector Occidental, se constituye prácticamente un limite físico al desarrollo del Tuluá: la línea del ferrocarril.
Mitos y leyendas
Mitos y leyendas: Espantos.

La patasola.

La llorona.

El duende.

La madremonte.

El guando (muerto).

El diablo del Picacho.

La llamarada o bola de fuego.
Si conoces un mito, una leyenda o si te sucedió algo sobre natural y quieres contarlo, envíanos tu historia y nosotros la publicaremos aquí. INFO
Historia de Tuluá: Fundación.

Fundación y Época Precolombina
La historia de Tuluá se remonta a tiempos ancestrales, cuando el territorio estaba habitado por los indígenas Quimbayas, un grupo que formaba parte de la vasta red de culturas precolombinas en el Valle del Cauca. Los Quimbayas eran conocidos por su avanzada habilidad en la orfebrería, la cerámica y la agricultura, características que los destacaban entre las culturas prehispánicas.
Estos pueblos indígenas vivían en aldeas organizadas y tenían una estructura social jerárquica. Sus conocimientos agrícolas les permitieron cultivar maíz, fríjoles, yuca y otros productos que eran básicos en su dieta. La vida comunitaria y las prácticas religiosas giraban en torno a la naturaleza, y los Quimbayas desarrollaron una profunda conexión con su entorno.
En 1536, el conquistador español Sebastián de Belalcázar llegó al Valle del Cauca durante sus expediciones en busca de nuevas tierras y riquezas. Belalcázar es conocido por haber fundado ciudades importantes en Colombia como Cali y Popayán. Aunque no existen registros específicos que confirmen que Belalcázar fundó formalmente Tuluá, su llegada a la región marcó el comienzo de una nueva era para sus habitantes.
Acta de Fundación
En 1635, tras las expediciones de conquista española lideradas por el capitán Juan de Lemos y Pedro Antonio Aguirre, se realizaron las primeras capitulaciones de tierras en el valle del Tuluá con el gobernador Luis de Valenzuela Fajardo. Lemos y Aguirre recibieron mercedes de tierra en esta zona para establecer estancias y hatos ganaderos que proveyeran de alimentos a los conquistadores. Aunque no existe un acta de fundación oficial de la corona española, se adoptó el 24 de agosto de 1639 día de San Bartolomé Apóstol, como el inicio del fundo de Tuluá porque en los archivos históricos de Buga reposa una carta enviada por don Juan de Lemos, propietario de las tierras entre los ríos Tuluá y Morales, y en aquel entonces alcalde de Buga, solicitando permiso para abrir el camino a Barragán hoy en día corregimiento de Tuluá que conectaría los valles de los ríos Cauca y Saldaña con la región del Tolima. En ese documento se habla del "Fundo de Tuluá", lo que significa a todas luces que para ese entonces la primigenia fundación ya estaba hecha y alrededor de los trapiches del señor Lemos se estaba cuajando la nueva población. Este evento marcó el inicio del asentamiento europeo en la región y el establecimiento de estructuras sociales, políticas y económicas que transformarían la vida en el valle.Origen de la palabra Tuluá
Tuluá fue fundada a orillas del río que lleva su nombre y que es de indudable origen Pijao. Algunos historiadores han escrito sobre la creencia de que los indígenas que habitaban ese sitio eran llamados los "Tolúes", pero posteriores estudios de la conformación de los indios Pijao y la similitud de nombres en la zona paralela sobre el valle del río Magdalena, hacen posible comprobar que la terminación "luá" con el prefijo en la gramática Pijao "tu" significaría "tierra del mas allá".
Don Guillermo E. Martínez en su primera Monografía de Tuluá, publicada en 1.911, dice al respecto:
“Tuluá (antiguamente Tulúa) es una voz indígena cuya significación no es conocida. Ha habido quienes afirman que significa “Tierra Fácil” y esto guarda alguna analogía con el nombre de “tulú”, proveniente de "tulúa”, que los indios paeces dan al plátano que se produce en abundancia y de la mejor calidad en las tierras del Distrito”.
Desarrollo
El congreso de 1.824, por decreto del 23 de Junio, coloca a Tuluá como uno de los Cantones de la Gran Provincia de Popayán. Solo en 1.825, tras los hechos de la independencia que incluyeron la instalación temporal del cuartel general del General Joaquín París en la villa en 1819, obtuvo su autonomía y gozó de esa calidad. Desde entonces se consideró Municipio, porque el 30 de mayo de ese año se reunió el primer Concejo Municipal, compuesto por los siguientes ciudadanos:
- José Vicente Ramírez.
- José María Lozano y Victoria.
- José Joaquín de Llanos.
- Francisco Miguel Medina.
- Francisco José de Rojas.
- José Antonio Correa.
- Ignacio Corrales.
Tuluá no figura dentro del grupo de las Ciudades Confederadas del Valle del Cauca, porque en la época que estas promovieron los actos patrióticos de insurgencia contra el gobierno español. aún dependía civilmente de Buga. Pero ciudadanos tulueños si atendieron al llamado de la Patria, y así en febrero de 1.811 concurrieron en representación de los vecinos de esta población, a la Junta que se reunió en Buga, los señores Joaquín de Victoria y Pedro Pablo de la Cruz y allí prestaron juramento de obediencia y lealtad al Gobierno de las Ciudades Confederadas.
La ley 20 del 21 de diciembre de 1.857, expedida por la Asamblea Departamental del Estado Soberano del Cauca creó la Provincia de Tuluá, designando a Tuluá como Capital. Quince años mas tarde la Constitución del Estado, expedida en Popayán el 3 de septiembre de 1.872, en su articulo 6° dividió el Estado en Municipios y estos en Distritos y se enumeró a Tuluá entre los primeros, es decir, como Municipio.
La vida de Tuluá ha estado ceñida a su río. El primer fundo, a orillas de sus aguas, estuvo fijado en el sitio de Palomestizo, en los alrededores del actual aeropuerto de Farfán, por donde entonces corría el río. En 1875, debido a los cambios de curso del río, la ciudad se vio obligada a trasladarse a su asentamiento definitivo, constituyéndose el Parque de Boyacá como su eje urbano central y se construye por fin la iglesia de San Bartolomé. En 1.730 Tuluá era parroquia.
Tuluá se convirtió en municipio del departamento del Valle del Cauca en 1910, al separarse esta región del Estado Soberano del Cauca y crearse la entidad territorial con Cali como capital.
Dos son las características de Tuluá durante este periodo de formación lento. La primera, que fue una ciudad que no se dio alrededor de un parque principal o de una plaza mayor como la mayoría de las ciudades de la estructura hispánica. La segunda, que por la misma razón o por algunas otras que los historiadores no han descifrado, solo vino a tener iglesia parroquial a finales del siglo XIX, pese a tener cura doctrinero desde el siglo XVII. La Iglesia de San Bartolomé.
Colonialismo y Crecimiento
Durante el período colonial, Tuluá se consolidó como un importante centro agrícola. La región era conocida por su producción de caña de azúcar, que se convirtió en el motor económico del área. Las haciendas azucareras surgieron en todo el valle, y la producción de azúcar se convirtió en una actividad lucrativa que atrajo a muchos colonos y trabajadores.
La influencia de la Iglesia Católica también fue significativa durante este tiempo. Se construyeron iglesias y conventos que no solo servían como centros de culto, sino también como centros de poder e influencia en la comunidad. La religión desempeñó un papel crucial en la vida cotidiana y en la conformación de la identidad cultural de los habitantes.
El siglo XIX trajo consigo importantes cambios con la llegada del ferrocarril, que conectó Tuluá con otras partes del país. Este desarrollo facilitó el comercio y el transporte, permitiendo a Tuluá expandir su economía y aumentar su población. El ferrocarril no solo mejoró las condiciones económicas, sino que también contribuyó a la modernización de la ciudad.
Siglo XX y Modernización
A lo largo del siglo XX, Tuluá continuó su camino hacia la modernización y el crecimiento. La ciudad se vio beneficiada por la construcción de infraestructuras modernas, como carreteras, puentes y sistemas de alcantarillado. Estos desarrollos mejoraron la calidad de vida de los habitantes y fomentaron el crecimiento económico.
Durante este período, Tuluá diversificó su economía. Aunque la producción de azúcar seguía siendo importante, otras industrias comenzaron a desarrollarse. La agricultura se diversificó con la producción de café, frutas y hortalizas, y se establecieron nuevas empresas en sectores como el textil y la manufactura.
El crecimiento urbano también trajo consigo desafíos. La rápida urbanización y el incremento de la población llevaron a la necesidad de mejorar los servicios públicos y de planificar adecuadamente el desarrollo urbano. A pesar de estos desafíos, Tuluá logró mantenerse como un centro vibrante y en crecimiento en el Valle del Cauca.
Personajes y Eventos Clave en la Historia de Tuluá
La historia de Tuluá está llena de personajes y eventos clave que han marcado su desarrollo. Entre ellos, se destaca la figura de Juan María Céspedes, un reconocido botánico y científico del siglo XIX. Céspedes es conocido por sus contribuciones a la clasificación de la flora colombiana y su trabajo en el campo de la botánica es altamente valorado.
Otro personaje destacado es Gerardo Mallarino, un importante político y diplomático que desempeñó un papel crucial en la política colombiana a principios del siglo XX. Nacido en Tuluá, Mallarino fue embajador de Colombia en varios países y ocupó diversos cargos públicos. Su trabajo y legado han dejado una huella duradera en la historia política del país.
Eventos Históricos
En el ámbito cultural, la creación de la Feria de Tuluá en 1954 marcó un hito importante. Esta feria, que se celebra anualmente en junio, se ha convertido en una de las festividades más importantes de la región, atrayendo a miles de visitantes y destacando la rica cultura y tradiciones de Tuluá.
En términos de infraestructura, la construcción del puente sobre el río Tuluá en el siglo XX fue un evento significativo que mejoró la conectividad y facilitó el comercio y el transporte en la región.
Desarrollo Moderno
En las últimas décadas, Tuluá ha experimentado un continuo crecimiento y desarrollo. La ciudad ha trabajado en la modernización de su infraestructura, con la construcción de nuevos proyectos urbanísticos, la mejora de los servicios públicos y la promoción del desarrollo económico sostenible. Estos esfuerzos han convertido a Tuluá en una ciudad moderna y dinámica, con un futuro prometedor.
La educación y la cultura también han sido áreas de enfoque importantes. Se han establecido nuevas instituciones educativas y culturales que han contribuido al desarrollo intelectual y cultural de la comunidad. Además, la ciudad ha promovido el turismo cultural y ecológico, destacando sus riquezas naturales y su patrimonio histórico.
En resumen, la historia de Tuluá es un testimonio de su resiliencia, su capacidad de adaptación y su espíritu emprendedor. Desde sus humildes comienzos como una aldea indígena hasta convertirse en una vibrante ciudad moderna, Tuluá ha recorrido un largo camino, y su historia continúa evolucionando a medida que enfrenta nuevos desafíos y oportunidades en el siglo XXI.
Parroquia del Santo Aparecido.
Historia de Tuluá

Breve Relato sobre la Imagen del Señor del Descendimiento de Playas.
En la fe y la devoción de un pueblo encontramos el siguiente relato, que
a través de la historia ha sido el centro de religiosidad y el motivo de una toma de
conciencia
acerca de los compromisos cristianos.
Según la referencia de la familia que ha
custodiado esta
imagen milagrosa, doña Alipia Vélez, fue la primera que encontró la peña de loza en la cual
observó
grabada muy imprecisamente una cruz. La señora conservó y guardó con gran fe y veneración el
pedazo
de loza, esto sucedía hacia el año 1898.
Más, tarde en 1915, falleció doña Alpia y correspondió a su hija Eduviges conservar la peña, mas como nadie quería darle importancia resolvió guardarla. Pero en 1920 de nuevo presento la peña a su esposo Don. Neftalí de la Torre y a Guillermina Carvajal, quienes esta vez si vieron la cruz y la imagen del Señor de la Buena Muerte.
Para darle más certeza a lo que pasaba con la aparición, la imagencita fue presentada a los Padres Redentoristas que en ese mismo año evangelizaban aquella vereda y ellos reconocieron que la imagen grabada en la loza era la del Señor de la Buena Muerte y la bendijeron. La imagen permaneció mucho tiempo en casa de los esposos de la Torre Rodríguez y allí se fue extendiendo la devoción.
Alguna vez vino el Padre Manuel A. Pizarro a la citada casa y nuevamente bendijo la imagencita ordenó que cuando el Excelentísimo Sr. Obispo Perlaza viniera a la visita Pastoral, llevaran la imagencita al Templo de San Bartolomé. Efectivamente así se hizo y varios sacerdotes de los que le acompañaban examinaron la reliquia y afirmaron que era verdaderamente admirable esa escultura. Por orden del Sr. Obispo se volvió a colocar la imagen en el mismo lugar, después de haber insinuado que se observara cuidadosamente y que si se notaba algún cambio extraordinario, se honrara convenientemente.
Más tarde, a principios del año 1929 el padre Rafael Ocampo V.
recientemente nombrado Párroco de la ciudad, visitó la choza de los esposos de la Torre y
Rodríguez,
donde se conservaba la imagencita y encontró perfectamente relievados el Señor en su misterio
del
Descendimiento, un Ángel, la cruz y la sábana, preguntó a los custodios de ella el origen y
otros
detalles particulares de la pequeña escultura y ellos refirieron lo que antecede a estas líneas
y le
mostraron un cuaderno donde se narran especiales favores obrados por mediación del señor del
descendimiento.
Dispuso entonces, el Padre Ocampo la construcción de una capilla, la que se
ha
levantado en el mismo lugar que ocupaba la choza donde se conservaba la imagen. Este terreno fue
obsequiado por sus dueños en cambio de una casita, donde ellos pudieran morar pacíficamente y
cuidar
de la milagrosa reliquia.
Poco tiempo después, el Excelentísimo Sr. Obispo Dr. Don. Luis Adriano Díaz visitó la imagencita y recomendó su devoción y bendijo la primera piedra para la capilla, exhortando a los católicos para que ayudasen a obra tan laudable. Hoy, gracias a la generosidad y piedad de los fieles, se tiene esta Capilla como un lugar de Oración y Alabanza a Dios.
El significado del crecimiento de esta imagen a lo largo de los años, es un llamado del Señor para que cada día vaya creciendo nuestra fe recibida en el bautismo, alimentada con la oración, la palabra de Dios y los sacramentos de la reconciliación y la Eucaristía amén de nuestra esperanza y caridad.
La fiesta de esta imagen se celebra el segundo domingo de Agosto, haciendo las novenas con celebración eucarística por la noche.
Todos los domingos a las cinco de la tarde hay celebración de la misa. En Semana Santa y Navidad se hacen todas las ceremonias presididas por el Párroco y un Seminarista.
Cuando las personas agradecidas por un favor recibido solicitan la capilla, se les facilita para una vigilia de oración. Hace algunos años una devota regaló varias bancas nuevas. Mediante una rifa se consiguió un equipo de sonido y ornamentos para la celebración Eucarística. Si tú eres devoto, puedes hacer una donación para el embellecimiento de este lugar de culto.
Los miércoles a las dos y media de la tarde hay grupo de oración.
El primer viernes y último jueves de cada mes se celebran la eucaristía
y misa carismática a las 8:00 de la mañana.
Todos los domingos se celebra la Sagrada
Eucaristía
a las 4:30 de la tarde.
Grupos de oración martes y viernes a las 8:00 con el grupo de oración
Sagrado Corazón.
Dos casas antes de la Capilla vive la señora encargada del
Santuario.
Para visitar este Santuario se toma la ruta siete del bus urbano que va al
corregimiento de Tres Esquinas.